lunes, 12 de noviembre de 2007

El Genio mas tremendo del Cine Estadounidense


Orson Welles Radio

El 30 de octubre de 1938, Orson Welles (1915-1985) y el Teatro Mercurio, bajo el sello de la CBS, adaptaron el clásico La guerra de los mundos, novela de ciencia ficción de H.G. Wells, a un guión de radio.

La historia es una extraordinaria adaptación del libro. Los hechos se relataron en forma de noticiario, narrando la caída de meteoritos que posteriormente corresponderían a los contenedores de naves marcianas que derrotarían a las fuerzas norteamericanas usando una especie de "rayo de calor" y gases venenosos. La introducción del programa explicaba que se trataba de una dramatización de la obra de H. G. Wells; en el minuto 40.30 aproximadamente aparecía el segundo mensaje aclaratorio, seguido de la narración en tercera persona de Orson Welles, quince minutos después de la alarma general del país, que llegó a pensar que estaba siendo invadido.

Los oyentes que sintonizaron la emisión y no escucharon la introducción pensaron que se trataba de una emisión real de noticias, lo cual provocó el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey (donde supuestamente se habrían originado los informes). La comisaría de policía y las redacciones de noticias estaban bloqueadas por las llamadas de oyentes aterrorizados y desesperados que intentaban protegerse de los ficticios ataques con gas de los marcianos.

La histeria colectiva demostró el poder de los medios de comunicación de masas, y este curioso engaño también catapultó a la cima la carrera de Welles.

El programa duró casi 59 minutos: los primeros cuarenta correspondieron al falso noticiario, que terminaba con el locutor en la azotea de la CBS falleciendo a causa de los gases y seguía con la narración en tercera persona del profesor Pearson (Orson Welles), que describía la muerte de los invasores.

Muchos años después, en 1998 y con motivo del 60 aniversario de la histórica transmisión de La guerra de los mundos, dos emisoras de radio, una en Portugal y otra en México, emularon a Orson Welles transmitiendo de nuevo una versión contemporánea, con los mismos resultados entre los radioyentes, 60 años después. En México, la emisora de radio XEART, la señal 152 en el estado central de Morelos, fue la que transmitió una de las versiones, producida y adaptada por el divulgador científico mexicano Andrés Eloy Martínez Rojas , con gran éxito. El gobierno de México procedió, ante los rumores generados, a una búsqueda exhaustiva de los restos de un supuesto meteorito.

Cabe señalar que Arthur C. Clarke, en su obra 2001: Una odisea en el espacio, escrita en 1966, narra en forma retrospectiva en la novela (ubicada en el año 2001) la realización de dos dramatizaciones más de la historia de H.G.Wells, con lo que de manera casual se cumplió tal profecía, entonces futurista.


Orson Welles Cine
Orson Welles se cuenta por derecho propio en el muy selecto grupo de los considerados genios del cine, aunque ese título se le reconoció tarde y a regañadientes en su propio país. Su fundamental aporte al séptimo arte no se apoya sólo en sus películas, casi todas verdaderas obras maestras, sino en su tratamiento innovador de la cámara, el montaje, los decorados, la iluminación y el propio lenguaje cinematográfico. Todo esto aparece ya en su primer film, Ciudadano Kane (1941), en el que Welles manifiesta un precoz talento que ha de madurar y afinarse en obras tan notables como La dama de Shanghai (1948), Míster Arkadin (1955) o Campanadas a medianoche (1966).

La educación del pequeño Welles recibió la influencia de su madre, pianista y campeona de tiro con rifle, y de un padre inventor y fabricante de éxito. Ambos fallecieron antes de que el niño cumpliera los trece años, siendo un estudiante mediocre, pero apasionado por el arte dramático. Después de una breve estancia en el Art Institute de Chicago, se traslada durante un año a Irlanda (1931), donde participa en diversas giras teatrales. Al regresar a su país organiza el Festival Dramático de Woodstock, en el que interpreta a Hamlet en 1934, dirige para el teatro Macbeth con un reparto de actores negros, y en 1937 funda el Mercury Theatre, con el que monta una versión contemporánea del Julio César de Shakespeare. Pero la notoriedad le llega desde un nuevo medio de expresión, la radio, cuando el 30 de octubre de 1938 aterroriza a todo el país con un informativo simulado que anunciaba una invasión de marcianos sobre Nueva Jersey, parafraseando La guerra de los mundos de H.G.Wells.

Welles llega a Hollywood contratado por la RKO, para la que rueda Ciudadano Kane (1941), en 1941. El guión, del propio Welles, se inspira claramente en la vida y abusos varios del magnate de la prensa W. R. Hearst, quien intenta sin éxito prohibirla. Welles filma aún tres películas en Hollywood, pero sus enfrentamientos con las productoras lo llevan a trasladarse a Europa en 1948. Ingresa entonces en la mitología, transformándose en un cineasta errabundo que busca decorados y fondos para rodar sus siempre ambiciosos proyectos. Tras un breve retorno a Hollywood para realizar Sed de mal (1958), recala en 1966 en España, donde rueda Campanadas a medianoche (1966).

Orson Welles fue también un actor notable, aunque limitado por su físico, su escasa fotogenia, y una cierta ampulosidad. Protagonizó todas sus películas y actuó en algunas ajenas, dejando dos interpretaciones memorables: el Harry Lime de El tercer hombre (1949) de Carol Reed y su propio Falstaff de Campanadas a medianoche (1966). La muerte consagró el reconocimiento universal de su genio, aún vivaz en su última obra, Question Mark (1973), imaginativa muestra de talento y originalidad.




SUs dos Increibles joyas del septimo arte.




*Si alguien tiene o ha visto El Tercer hombre que me deje un comentario

2 comentarios:

Pep dijo...

*Si alguien tiene o ha visto El Tercer hombre que me deje un comentario

te lo dejo

Charlotte Harris dijo...

Teniendo en cuenta que Orson Welles no es Santo de Mi Devoción, considero esta pelicula Correcta, a la vez que tremendamente previsible o por llamarla de otra forma, esta es una pelicula que a ido perdiendo mil con el paso de los años, y aunque en su epoca fuese original y genial, ahora solo son un par de cliches más.
Tecnicamente no tengo queja!